jueves, 12 de enero de 2012

Periodismo ciudadano

¿Existe en realidad el periodismo ciudadano?

Alguien ha pensado alguna vez, ¿cómo es que las personas tienen un criterio diferente con relación a los mismos temas? En algunos casos son las vivencias previas, pero en otros, es a causa del nivel (calidad y cantidad) de información al que han accedido.
Esa información anteriormente era solo de acceso para los periodistas quienes decidían qué publicar y qué no. Hay casos en los que se ha mantenido así, pero con el aparecimiento de las nuevas tecnologías ahora le gente puede dar a conocer fácilmente a través de la web, lo que los medios de comunicación omiten.
Aunque al parecer las cosas podrían estar mejor, la calidad y el tratamiento que se le daba a la información, ya no son los mismos. “La cantidad ha aumentado, pero la calidad ha disminuido”, según Jorge Iván Melo, director regional de
Teleamazonas.
Esto demuestra que la labor periodística “va más allá de dar una simple información, uno es el periodista y otro el ciudadano”, comenta
Diego Lituma, productor de Día a Día.
Los medios de comunicación tienen la capacidad de incidir en la sociedad a la que comunican, se convierten en líderes de opinión. Los mismos ciudadanos recurren a la prensa cuando es necesaria una información verificada.
Pero si es así, entonces ¿por qué llamarlo “periodismo ciudadano”? El trabajo del ciudadano no puede ser equiparable al de un periodista. El primero puede ser un informante, quizás reportero; pero el periodista debe ir más allá: dar un equilibrio y contraste a la noticia, verificar la información, hacerla precisa, clara y rigurosa.
“El proceso periodístico requiere destrezas para darle forma y no solo una información”, dice el director regional de Teleamazonas. El periodismo va más allá del simple uso de las nuevas tecnologías, no implica solo el manejo de redes sociales o de smartphones.
La información que recibe la gente construye, da elementos para entender el mundo y sobre esa base tomar mejores decisiones y adoptar un criterio. Por ello, la información que transmiten los medios de comunicación debe ser inteligible, clara, equilibrada, contextualizada, veraz, contrastada, precisa, objetiva (hasta donde es posible como seres humanos) y concisa. La información de un ciudadano no siempre cumple esos requisitos.
Por ejemplo: “
#traficoquito trabajos en la #simonbolivar de asfaltado y reciclado en la entrada a uide en ambos sentidos un solo carril”, esta información fue enviada por Danilo Luna a través de Twitter. Si bien es un dato útil, la información no está bien procesada ni tampoco es clara. Ahí la diferencia entre la labor de un periodista y la de un ciudadano.
El periodista lleva consigo la responsabilidad de lo que publica, el ciudadano no. El periodista debe cuidar su credibilidad, al ciudadano muchas veces no le importa lo que la gente pueda pensar.
Así, las funciones de un periodista y de un ciudadano no son las mismas, bien podrían complementarse, pero la del primero nunca podrá ser comparable ni remplazable con la de un informador.
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